En noviembre de 2018, en un evento realizado en Paris en el cual participó nuestra directora Alejandra Cámara, la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA FI), los Principios para la Inversión Responsable (PRI) y la Fundación Generación en colaboración con Finanzas para el Mañana publicaron el deber fiduciario en el siglo XXI: hoja de ruta de Francia.
Febrero 25, 2019- En noviembre de 2018, en un evento realizado en Paris en el cual participó nuestra directora Alejandra Cámara, la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA FI), los Principios para la Inversión Responsable (PRI) y la Fundación Generación en colaboración con Finanzas para el Mañana publicaron el deber fiduciario en el siglo XXI: hoja de ruta de Francia.
La hoja de ruta establece recomendaciones para que el mercado francés se basa en su posición de liderazgo y logre un mayor progreso en la incorporación de inversiones responsables. La publicación es la culminación de una extensa consulta con los principales inversores institucionales franceses, reguladores y asociaciones industriales.
Reconociendo los logros recientes, como la adopción final del Plan de Acción para el Crecimiento y la Transformación Empresarial (PACTE), la hoja de ruta recomienda que el mercado francés se beneficie de un segundo impulso en su enfoque hacia la inversión responsable. La Hoja de ruta apunta a fortalecer el liderazgo francés en la transición hacia un sistema financiero más sostenible, uno que se alinee con el Acuerdo de París y contribuya al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
A pesar del progreso, quedan muchos obstáculos. En particular, los desarrollos regulatorios en Francia y Europa requieren que el sector financiero aclare su deber fiduciario de incorporar los problemas de ESG en las estrategias de inversión y las herramientas de inversión, y considere cómo los inversores evalúan el impacto de sus actividades de inversión en la sostenibilidad.
Para superar estos obstáculos, la hoja de ruta detalla recomendaciones para inversionistas institucionales y responsables de políticas en cuatro categorías: aclarar y ampliar la responsabilidad fiduciaria de los inversionistas, alentar el análisis y la medición de los impactos de las actividades de inversión, crear un entorno en el que la inversión responsable pueda prosperar, y fortalecer la colaboración entre actores públicos y privados.
El documento en inglés aquí: