La escuela La Mar Bella es un centro educativo de gestión pública situado en el barrio del Poblenou, en Barcelona. El conjunto se estructura en tres volúmenes relacionados entre sí, con una batería de estrategias proyectuales y tecnológicas para llevar el balance de su consumo energético a cero.
El proyecto a cargo de Marc Camallonga, Jordi Pagès y Pasqual Bendicho, socios del estudio local SUMO Arquitectes, abarca la reforma integral del edificio original de los años 50 y la intervención sobre un segundo cuerpo (nueva planta baja y dos niveles); más la construcción de un nuevo edificio exento que se une a los existentes mediante un puente sobre la calle.
Las fachadas de ese tercer volumen dan a una plaza y a tres calles. Contiene el gimnasio/sum y la biblioteca, dos espacios que fuera del horario escolar son utilizados por otras personas del barrio y asociaciones vecinales.
«En 1952 estaba previsto construir un edificio público en este lugar, pero el alcalde franquista del momento vendió el solar al arzobispado de Barcelona y en 1957 se construyó la iglesia de Sant Bernat Calbó. En 2017 la iglesia se derribó por su avanzado estado de deterioro y el consistorio compro de nuevo el solar para construir parte de la ampliación de la escuela», detalla Bendicho.
Y destaca que dicha iglesia «era muy parecida en cuanto a ocupación en planta, altura y volumetría al edificio que nosotros planteamos».
En tanto, los dos volúmenes existentes, que se organizan en L definiendo el patio de juegos, albergan el programa más privativo de la escuela: aulas (inicial y primaria), administración, cocina y comedor.
“Todas las aulas tienen mucha transparencia, tanto al patio como a los pasillos, permitiendo buena iluminación y ventilación natural. Los espacios son polivalentes y flexibles, para favorecer nuevos proyectos pedagógicos. Los amplios pasillos se conciben como una extensión de las aulas donde poder realizar actividades en pequeños grupos”, describen los proyectistas.
La intervención aprovecha las cubiertas para ampliar las zonas de juego exterior, “espacios muy preciados y a menudo escasos en entornos urbanos”, destacan.
Los proyectistas se enfocaron en desarrollar “soluciones sencillas, durables, resistentes y de bajo mantenimiento”. El hormigón visto, la madera y los toldos enrollables textiles entregan una imagen unitaria del conjunto.
Eficiencia en todo sentido
El primer paso para lograr un edificio con consumo energético casi nulo se enfoca en el desarrollo de una envolvente eficiente. La fachada del edificio antiguo se recubrió con un aislamiento continuo (SATE o EIFS) de 6 cm para reducir su transmitancia y eliminar todos los puentes térmicos.
Aprovechando que la cubierta fue reformada recientemente, los proyectistas decidieron colocar por el lado interior 8 cm de lana de roca.
Luego, consideraron la protección solar de las ventanas con brise-soleils fijos de madera y toldos de tela blanca (mantiene un buen nivel de iluminación en las aulas). Una instalación fotovoltaica, con capacidad de 50 kw pico, genera áreas de sombra en las zonas de juego.
Para involucrar y sensibilizar a la comunidad educativa en el ahorro energético y su influencia en el cambio climático, en cada aula se dispone un sensor de CO2 formalizado como un semáforo.
Cuando está en verde indica que la calidad del aire es óptima, cuando está en amarillo indica que, si la actividad y el clima lo permite, es un buen momento para ventilar el aula de forma natural (aprovechando la ventilación cruzada existente en todos los espacios). En caso de no poder aprovechar la ventilación natural se realiza la ventilación mecánica de las aulas.
El edificio anexo al existente, y que contiene el resto del aulario, cuenta con una trama estructural de 7,40 x 7,85 m y losas de hormigón armado que se dejaron expuestas para aprovechar su inercia térmica.
La envolvente se resuelve con un sistema de fachada ventilada con hoja interior liviana, totalmente industrializada y de elevadas prestaciones térmicas.
Las cubiertas planas se aprovechan como espacios de juego. En estas terrazas, los toldos móviles en orientación suroeste y la vegetación en orientación norte actúan como un umbráculo que genera un espacio intermedio entre interior y exterior que se utiliza para el esparcimiento.
Los techos de los edificios existentes cuentan con una cámara ventilada que mejora su comportamiento frente la radiación solar, evita el sobrecalentamiento y aísla del ruido de impacto a las aulas del piso inferior. En este sector se encuentra la otra parte del campo fotovoltaico.
El nuevo edificio debía resolver una estructura de mayor luz para el gimnasio. Se construyó con vigas y losas de madera laminada soportadas por dos muros de hormigón armado que generan un gran voladizo sobre la plaza, ofreciendo una zona de refugio y de espera.
«Cada material se utiliza de forma honesta y allí donde resulta más efectivo. La madera nos da calidez, nos permite cubrir grandes luces con un sistema de construcción y montaje en seco que a la vez permite reducir los tiempos de ejecución», amplía Bendicho. Y destaca que la madera, además de ofrecer una baja huella de carbono, permite la reversibilidad del edificio llegado el caso.
«El hormigón por su parte, tiene una alta capacidad portante, durable, resistente y de bajo mantenimiento, una buena reacción al fuego y gran capacidad de adaptación formal», enumera el autor.
Las vigas de madera de pino de 120 cm de canto cubren una luz de unos 17 metros generando los diferentes niveles. Las losas están formadas por piezas machihembradas de madera laminada tipo BHS (del alemán Brettschichtholz: paneles de madera laminada encolada), un sistema de construcción en seco que permite reducir mucho los plazos de ejecución.
Finalmente, se utilizaron sistemas de instalaciones de alto rendimiento y con tendidos a la vista para permitir un fácil mantenimiento y reposición. Se privilegiaron sistemas descentralizados que permiten una utilización parcial del edificio.
Ubicación. Plaça de Sant Bernat Calbó, 2, Barcelona (España) Superficie. 5.400 m2 Arquitectos. SUMO Arquitectes, Marc Camallonga, Jordi Pagès, Pasqual Bendicho Estructura. Manuel Arguijo Instalaciones. AIA Installacions Arquitectòniques Presupuesto y mediciones. Joel Vives
Sostenibilidad. Dekra. Oriol Barber Project Manager. Pera Pardina Consultores. Aleix Alexandre Constructora. Natursystem / Eurocatalana Fotografías. Aitor Estévez Olaizola.
PB