Qué esperar en términos de vulnerabilidades climáticas para la Argentina.
Buenos Aires, 13 de Agosto de 2015.
Por Alejandra Cámara
A veces me llama la atención la sorpresa que causan las inundaciones, llevamos ya varias «sorpresas». Nosotros, los que trabajamos en temas de cambio climático sabemos que esperar, sabemos que las lluvias empeorarán, haciéndose más copiosas e intensas. Para los que trabajamos en esto y venimos alertando sobre el tema, causa estupor la reiteración de la sorpresa en la comunidad. Sólo es entendible si aceptamos (dolorosamente) que nuestro trabajo carece de valor para la sociedad.
A saber y por reiterar lo que hace tiempo sabemos que esperar para nuestro país*:
• Un aumento en la temperatura media en todo el territorio pero notablemente más marcado en el norte del país.
• Una disminución de las precipitaciones mediasen la zona cordillerana.
• Una mayor frecuencia de eventos extremos en todo el país.
• Una continuidad en el retroceso de glaciares.
• Aumento en el nivel del mar y del Río de la Plata.
• Ascenso continuado de la isoterma de 0º C en la zona cordillerana.
En cuanto a la escala regional, se esperan los siguientes cambios:
1. En el centro, este y norte del país, los modelos dan resultados disímiles en la variable precipitación media anual, aunque algunos expertos indican que no habría cambios importantes.
2. En el norte del país, los escenarios muestran un aumento de más de 1° C para el período 2020/2040 e indican aumentos máximos de entre 3º y 4° C para 2081/2090. Los mayores aumentos estarían previstos para la primavera.
2.Debido a las mayores temperaturas se espera un aumento de la evaporación y como no se proyectan grandes cambios en la precipitación es probable que esto conduzca hacia una mayor aridez en una vasta zona del norte y centro del país. En consecuencia, aumentaría el estrés hídrico y el riesgo de incendios forestales y de vegetación, particularmente, en invierno cuando las precipitaciones son más escasas.
3.El aumento de las temperaturas a futuro se espera que provoque problemas en la provisión de agua potable y la transmisión de vectores de enfermedades tropicales hacia zonas subtropicales e, inclusive, templadas; como viene ocurriendo en los últimos años con el dengue y la esquistosomiasis.
4.También se prevé un aumento en la frecuencia e intensidad de olas de calor, con impactos más intensos en zonas urbanas, debido a efectos sinérgicos. Esto generaría una mayor demanda de electricidad para refrigeración y posibles problemas de salud en la población. Se prevé que la disminución de las lluvias en el oeste del país tenga efectos diferenciales en Cuyo y en el noroeste de la Patagonia. En la primera, se podría esperar una crisis en el recurso agua, con impactos fuertes en el sector agrícola, que es el principal consumidor, pero también en la disponibilidad de agua para uso domiciliario. En la Patagonia, a pesar de la disminución en los caudales de los ríos (30% en los ríos Colorado y Negro) no se prevé afectación en el suministro de agua para riego o para consumo humano.
5.En la zona metropolitana de Buenos Aires no se prevé que el aumento en el nivel del mar y del Río de la Plata genere inundaciones permanentes pero si un incremento en las ondas de tormenta máximas de las sudestadas y su mayor extensión territorial. Esto afectaría al millón de personas que habitan las áreas localizadas por debajo de los 5 metros sobre el nivel del mar (s.n.m). Las zonas más vulnerables a este fenómeno serían: el frente del delta del río Paraná (partido de Tigre); la costa sur bonaerense desde Berisso/Ensenada hasta Quilmes/Berazategui; pequeña franja al sur de la bahía de Samborombóm; la cuenca baja del MatanzaRiachuelo, y la cuenca baja del río Reconquista.
Saber lo que se viene es importante porque nos da la posibilidad de prepararnos, como hacernos más fuertes frente a las vulnerabilidades, como mitigar el riesgo. Eso es lo que en cambio climático llamamos ADAPTACIÓN. En el mundo, las ciudades y los países se preparan para esto. Realizan obras, invierten, tienen equipos que diagnostican los riesgos y controlan en la manera de lo posible los mismos. En la Argentina esto NO sucede. Tenemos la costumbre de primar lo urgente sobre lo importante y en el mundo también existen cosas urgentes, pero no por ello desatienden lo importante. Estamos haciendo como el avestruz, estamos escondiendo la cabeza en la arena frente a un problema que NO es desconocido, es sólo desoído. Y eso es culpa de todos nosotros, toda la sociedad que no exige cuentas de esto a sus dirigentes. Siendo así, ya les puedo adelantar que la próxima inundación también será una sorpresa.
*Manual Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático Para la Gestión y Planificación Local: http://www.ambiente.gov.ar/archivos/web/UCC/file/ManualVulnerabyAdap.pdf