Febrero 2, 2018
Desde los manglares hasta los arrecifes de coral en la costa, pasando por las turberas y las llanuras de inundación en el interior, los humedales desempeñan un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, y ayudan a que las áreas urbanas sean más sostenibles. El 2 de febrero, celebramos el Día Mundial de los Humedales.
A medida que las sociedades implementan el Acuerdo de París para mantener las temperaturas globales muy por debajo de 2 grados centígrados, y lo más cerca posible a los 1,5 grados, los humedales intactos no solo almacenan el carbono de manera confiable, sino que también actúan como una barrera efectiva contra los impactos inevitables del cambio climático. Los humedales intactos son la primera línea de defensa contra inundaciones en áreas urbanas, actuando como grandes esponjas que absorben las aguas de inundación.
Las ciudades costeras, los manglares y las marismas funcionan como la mejor defensa natural contra las mareas ciclónicas. Y la restauración de humedales dañados contribuye a la eliminación de carbono de la atmósfera.
Sin embargo, los humedales están disminuyendo. Desde 1990, ha desaparecido más del 64 % de los humedales del mundo y, a medida que se destruyen los humedales, se libera más carbono en la atmósfera, lo que contribuye a un aumento global de la temperatura.
Dado que la mitad de la población mundial vive actualmente en áreas urbanas, y que ese número aumentará al 66 % para el año 2050, existe una tendencia creciente a invadir los humedales para construir y desarrollar infraestructura.