NEWSLETTER ESPECIAL PETROLEO Y GAS

El equipo de Genesis, participo en la COP 28 que se desarrolló en Dubai entre el 1 y 12 de diciembre. La reunión anual de negociación de cambio climático cerro con “Efectuar una transición de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crítica, para lograr cero emisiones netas en 2050”. Así se lee en la Decisión de la 28va Conferencia del Clima o COP28, acordaba por los países firmantes del Acuerdo de París como parte de los resultados del primer Balance Mundial o Global Stocktake. En otras palabras, los países acordaron embarcarse en una transición energética que incluya una reducción progresiva de los combustibles fósiles, entre otras medidas como triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética.

Es la primera vez que se hace un llamamiento formal al sector de petróleo y gas en las negociaciones, pero por supuesto esto no pasara en breve ya que los combustibles fósiles representan el 55% del consumo mundial de energía.

El camino del sector: Descarbonizarse

De acuerdo con el IPCC (2018), la descarbonización se refiere al proceso por el cual los países, individuos u otras entidades apuntan a lograr una existencia cero de carbono fósil, esto es, eliminar el consumo de combustible fósil.

Aunque la descarbonización es el objetivo a largo plazo, la seguridad del suministro es un imperativo crítico. El uso de energías renovables está creciendo, pero hoy en día el petróleo y el gas representan más de la mitad de todo el consumo energético, con industrias enteras que dependen del sector. El sector del petróleo y el gas puede, debe y va a desempeñar un papel en la solución de la crisis climática. Por tanto, es esencial que el sector no sólo sobreviva, sino que prospere.

La transición energética requerirá hasta 5,8 billones de dólares anuales hasta 2050.

Hemos asistido a un notable cambio de perspectivas en torno al petróleo y el gas. Se ha pasado de hablar del fin del petróleo a reconocer la importancia del sector en el presente y el papel que desempeñará en la transformación del mercado energético.

La industria tiene factores necesarios para realizar y garantizar una transición energética con éxito: conocimientos técnicos, extensa experiencia en operaciones, manejo de mercados complejos y por sobre todo abundante capital.

Aquí enumeramos algunas de las opciones y fortalezas del sector para establecer un camino a mediano y largo plazo para su descarbonización:

Utilización de instrumentos financieros como los créditos de carbono que funcionan como subsidios para aquellas inversiones que no son financieramente sostenibles.
Disponibilidad de capital: la transición energética requerirá hasta 5,8 billones de dólares cada año hasta 2050, según algunas estimaciones. La capacidad del sector para desarrollar nuevas tecnologías de energía renovable y limpia es amplia.
Gestión de riesgos: El cambio climático afectará a las infraestructuras y el suministro, la larga historia del sector en gestión de riesgos los podrá ayudar a minimizarlos.
Eficientes cadenas de suministro: el sector del petróleo y el gas mueve anualmente 4 billones de dólares en valor a través de sus cadenas de suministro. Eso supone alrededor del 4% del PIB mundial. La gran experiencia de las empresas de petróleo y gas en la gestión de complicadas cadenas de suministro mundiales, la optimización de activos y el dominio de la logística de las entregas será especialmente valiosa en un mercado de energías renovables más complejo y conectado.
Amplia disponibilidad de información a través de redes y servicios.

Esta combinación de capital y capacidades crea un escenario que definirá a los ganadores en un futuro energético más incierto. Las empresas resilientes no sólo capearán las condiciones difíciles, sino que seguirán innovando a pesar de ellas.

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