Bonn, Alemania- 18 de Noviembre de 2017. Ha concluido la reunión anual de Cambio Climático COP 23 en Bonn, Alemania, presidida por Fidji, país fuertemente impactado por el cambio climático. Cabe destacar que esta reunión, si bien contó con la presencia de Ángela Merkel y Emmanuel Macron fue una COP orientada al trabajo técnico de preparación de documentos que serán utilizados en el 2018 y años sucesivos. En la misma, ha habido avances modestos pero importantes para la implementación del Acuerdo de Paris. Estos primeros borradores servirán como base para el trabajo del año que viene.
«Los avances en los textos de negociación son alentadores, pero será un desafío poder simplificar los textos en 2018 con las divergencias en las posiciones sobre la diferenciación de las exigencias para los países» dijo Enrique Maurtua Konstantinidis, Director de Cambio Climático de FARN.
Se ha visto un avance importante en los temas de Transparencia, Agricultura y Género, este último, se debe a la presidencia de Fidji quien mostró fuerte liderazgo en el tema.
«Sabemos por experiencia que colocar a las mujeres en el centro de la lucha contra el cambio climático puede resultar en acciones más impactantes, equitativas y sostenibles. El Plan de Acción de Género está diseñado para hacer exactamente eso. Destaca y apoya el papel que las mujeres pueden y efectivamente desempeñan en la construcción de resiliencia y adaptación a los impactos del cambio climático. Se enfoca la atención global sobre cómo podemos transformar palabras en acciones. «dijo Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la UNFCCC
En cuanto a el financiamiento y los mercados de carbono, siempre con trabas y problemas para alcanzar consenso. La COP 23 ha mostrado un apetito por acción urgente. Un aumento en las emisiones globales y los graves impactos climáticos que han alcanzado todo el mundo este año han impulsado el llamado de los países vulnerables a la acción pre-2020 y presionan a todos los países para que intensifiquen su ambición climática. Quizás el próximo mes en Paris, dentro del marco de la reunión climática que organiza el presidente francés Emmanuel Macron, se conozcan novedades en cuanto a financiación y acción pre-2020.
En la primera semana, las negociaciones empezaron con el anuncio de Siria en el que reafirmaba que firmará y ratificará el acuerdo, dejando en un futuro solamente a Estados Unidos como único miembro de la convención fuera del mismo. La presencia de los movimientos y gobiernos subnacionales estadounidenses fue muy marcada, contando con la presencia de más de 100 líderes de ciudades, estados e industria con el mensaje claro «We Are Still In».
Es importante destacar la creciente expansión del apoyo a la acción por estados, ciudades, empresas, inversores y comunidades exhibidas en Bonn. Esto aumenta la presión para que los gobiernos hagan más y más rápido mientras intentan acompañar los rápidos cambios en la economía real.
“Los eventos en la COP23 mostraron una vez más que la descarbonización global es irreversible y no puede ser impedida. La nueva alianza para dejar el carbón en el pasado con una transición justa, el cruce de la marca de 100.000 millones de dólares en títulos verdes para este año y los múltiples anuncios de corporaciones e instituciones financieras están aumentando la evidencia de la transformación exponencial” dijo Christiana Figueres, ex-Secretaria Ejecutiva de la UNFCCC y Coordinadora de la Misión 2020.
“La COP23 ha mostrado cómo los actores no estatales ya están avanzando en la implementación de sus compromisos, y los países latinoamericanos, como Argentina o Perú, también han mostrado un progreso serio en la construcción de los marcos institucionales necesarios para la implementación de sus NDC. En la era de la implementación, las ciudades, las regiones y otros actores no estatales desempeñarán un papel fundamental en la implementación del Acuerdo de París” dijo Ramiro Fernández, Director de Cambio Climático, Fundación Avina.
Otro tema que dejó la COP 23 fue el Diálogo de Talanoa, el espacio que habrá en Katowice, Polonia, durante la COP24 de 2018. Fue diseñado en esta COP considerando el aumento de ambición y apoyo con miras a 2020. Este diálogo pone en movimiento el plan que los gobiernos hicieron en París hace dos años para acelerar la acción climática a intervalos regulares, a fin de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C y hacer que nuestras economías adecuadas para el futuro. El año 2018 servirá como una evaluación sobre la real adecuación de las acciones climáticas planeadas para efectivamente limitar el calentamiento global. Hasta 2020, los países tendrán que volver a la mesa con planes de acción fortalecidos que cierran la brecha.
En lo personal, considero que esta COP 23 fue de carácter altamente técnico con baja repercusión a nivel internacional. Ahora bien, he encontrado en Bonn una fuerte presencia de actores NO gubernamentales y por primera vez parecía que lo “interesante” no sucedía en el Bula Zone (zona exclusivamente dedicada a los negociadores), sino en el Bonn Zone (zona dedicada a las organizaciones no gubernamentales). Un tema que es vital es el tema del financiamiento. No es secreto que la mayor parte del financiamiento para combatir el cambio climático vendrá del sector privado, sobre todo para Latinoamérica que compite con África y Asia por fondos públicos internacionales. En este tenor, debo destacar un evento organizado (en el marco de la COP 23) por la iniciativa de las Naciones Unidas Sustainable Stock Exchange (SSE) donde líderes del mercado de capitales de todo el mundo se reunieron para compartir ideas para promover las finanzas verdes en consonancia con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Convocado por la SSE y por la Luxembourg Green Exchange, el evento presentó el lanzamiento de un nuevo plan de acción sobre cómo las bolsas pueden hacer crecer las finanzas verdes. En el mismo estuvo presente la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.