Declaración con motivo del 5º aniversario del Acuerdo de París, de la Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, Patricia Espinosa
Hace cinco años, los países del mundo se reunieron para adoptar el Acuerdo de París, un acuerdo forjado por un espíritu de confianza y liderazgo multilateral. Está basado en la noción de que la humanidad puede y quiere trabajar conjuntamente para hacer frente al cambio climático con el fin de construir un futuro limpio, verde, saludable y próspero para todo el mundo.
El Acuerdo de París es más que un marco, más que un conjunto de normas y reglamentos. Es un pacto de esperanza con los pueblos del mundo que ayudará a avanzar en nuestra actual trayectoria hacia un destino mejor.
Hoy celebramos el quinto aniversario de su firma. Para ello, nos hemos reunido en la Cumbre virtual para la Ambición Climática, copatrocinada por la Presidencia de la COP26 del Reino Unido, las Naciones Unidas y Francia, y en asociación con Chile e Italia.
Lo hacemos en un mundo repleto de desafíos, en un año en el que la esperanza es difícil de encontrar. A pesar de estos días difíciles, el Acuerdo de París sigue siendo una luz que guía colectivamente a los países y a todas las partes de la sociedad hacia adelante.
La recuperación de la pandemia por COVID-19 ofrece a los países la oportunidad de avanzar mejor y de orientar las políticas y los planes más verdes hacia todo esto. El Acuerdo de París proporciona el camino a seguir.
El primer paso en ese camino debe ser una acción climática altamente ambiciosa. Con este fin, acogemos con satisfacción todos los anuncios hechos por los líderes y las partes interesadas durante la Cumbre para la Ambición Climática. El Acuerdo de París está comenzando a mover los indicadores de los objetivos para hacer que la forma de trabajar habitual se convierta en una cosa del pasado.
2021 es un año importante para el Acuerdo de París. Con el telón de fondo de la creciente ambición, los países deben pasar de las discusiones sobre cómo funciona el Acuerdo, a cómo lo van a implementar, y cómo se apoyará a los países más vulnerables en esto a largo plazo. El resultado debe ser un conjunto equilibrado que permita también la adopción de medidas por parte de todos los interesados en todos los rincones de la sociedad.
Esta labor debe concluirse urgentemente en la COP26, que se celebrará en Glasgow (Escocia) a finales del año próximo. La COP26 representa una oportunidad no sólo para dar vida al acuerdo en su totalidad, sino para hacerlo florecer por el bien de la humanidad.
El Acuerdo de París representa lo mejor de la humanidad. Demuestra, a pesar de todo lo que podamos ver o escuchar, que nosotros, como pueblo, como humanidad, podemos trabajar juntos hacia un cambio positivo. Pero debemos trabajar unidos para hacerlo realidad, en todas las partes de la sociedad y en todas las partes del mundo, en beneficio de todas las personas, para las generaciones venideras.